lunes, 21 de septiembre de 2015

Honrando a los Caídos



Esta noche honramos a nuestros caídos.

Esta noche hemos perdido muchos seres queridos.


Una abuela, un padre, una madre… demasiados hermanos que ya no están entre nosotros. Demasidas personas que querían algo mejor para todos. Demasiadas vidas que sólo anhelaban un mundo un poquito mejor.


Y aquí seguimos.

Gracias a sus fuertes brazos, gracias a sus fuertes corazones, han puesto en nuestros ojos un brillo inextinguible, y en nuestros corazones la llama de una esperanza que no ha de desvanecerse jamás.
Os echamos de menos, hermanos y hermanas, padres y madres, abuelos… y abuelas.

Os pusisteis delante del mal que asola la tierra y no os arredrasteis. Disteis todo por nosotros, disteis todo por unos desconocidos, disteis todo por todos.

Y es eso lo que no podemos olvidar. Lo que no queremos olvidar. No se me dan bien las palabras, me duele en el alma no poder expresar qué siento y cuánto me gustaría volver a ver vuestras sonrisas, sentir vuestros abrazos.

Oír vuestras palabras.

Pero el ejemplo… el ejemplo que nos habéis dejado es uno que no ha de borrarse. Un ejemplo de que la esperanza es algo por lo que luchar. Algo por lo que levantarse cada mañana y dar todo lo que somos.

Gracias.

No olvidaremos vuestras sonrisas, ni vuestros llantos.
No olvidaremos los abrazos y los ratos de risas.
No olvidaremos que sostuvisteis bien alto las llamas de la esperanza cuando quedaba poca.

Mil gracias, no os olvidamos…

Que la Madre os acoja en su seno y os haga soñar con tiempos mejores… que habéis ganado con vuestro esfuerzo.

Gracias…




27/11/2014